El origen de SÔR

En las orillas del Mediterráneo, donde el tiempo se diluye entre la brisa y el sol, reposa Formentera: una isla donde la naturaleza aún conserva su estado más puro. Aguas turquesas, arenas blancas y atardeceres que parecen pintados a mano han hecho de este rincón sagrado un refugio secreto para viajeros, artistas y almas sensibles en busca de inspiración.

Fue allí donde Mariana sintió el llamado.
Un susurro del alma, una visión encendida por su amor por la perfumería, la belleza natural y la libertad de ser. Así nació SÔR Eau de Parfum: como un gesto íntimo, valiente y sensorial que desafía las convenciones del género en el mundo del perfume.

Una marca con raíz, alma y voz propia

SÔR nace del alma de Mariana Rivas Baptista, una mujer venezolana que cruzó océanos con un sueño: crear una marca capaz de hablarle al alma. Tras años de búsqueda, rupturas y renacimientos, encontró en el perfume una forma de arte, una vía para contar historias invisibles, sin palabras, pero con verdad.

SÔR nace de un nombre, de un linaje, de una herencia espiritual.
Mariana lleva como primer nombre Sor, legado de su abuela paterna. Un nombre antiguo de origen francés, que se usaba para nombrar a las hermanas del convento: mujeres de fe, de silencio profundo y de amor sin medida. Ese nombre no es solo un recuerdo: es raíz. Es identidad. Es la semilla de todo lo que hoy florece.

Hecho a mano. Hecho con alma.

SÔR no nace en un laboratorio ni en una oficina.
Es el fruto de una historia vivida. Sentida.
Cada decisión, cada logotipo, cada botella y cada palabra ha sido imaginada, diseñada y ejecutada por Mariana, con su intuición como brújula y su historia como motor.

Aquí no hay producción en masa. Cada frasco se manipula uno a uno, con devoción. Cada etiqueta es colocada con intención. Cada paso —desde el primer suspiro de inspiración hasta el último detalle del packaging— es una extensión del corazón de su creadora.

Fragancias con propósito

Las fragancias de SÔR han sido seleccionadas con una sensibilidad curatorial, buscando resonar con el alma. Aunque no han sido formuladas por Mariana, cada aroma ha sido elegido tras un proceso profundo de exploración, prueba e intuición. Ella actúa como una alquimista del alma: selecciona, armoniza y da significado a cada perfume como si escribiera un poema invisible.

Cada fragancia representa un reflejo emocional y sensorial de lo que ella es… y de lo que desea compartir con el mundo.

Una marca-manifiesto

SÔR es un manifiesto en voz baja.
Una invitación a habitar tu autenticidad con elegancia.
Una marca pensada para quienes buscan belleza con sentido, profundidad con estética, y lujo con alma.

Creemos que el perfume no debe imponer, sino revelar.
No debe ocultar, sino liberar.

Por eso nuestras fragancias no tienen género: tienen espíritu. Están creadas para acompañarte en tu viaje. Para que te reconozcas. Para que, con cada nota, recuerdes quién eres en realidad.

Un acto de pausa. Un ritual de presencia.

En un mundo que corre, SÔR propone detenerse.
Respirar. Sentir. Y volver a empezar.